Mucho me temo que estas pequeñas delikatessen de Santarém, ciudad y distrito que se encuentra al noreste de Lisboa, lleven a pensar que son hechas con queso fresco. Son cosas que tiene la cocina tradicional portuguesa que, por veces, puede parecernos extraño, Pastéis de arroz que se hacen sin arroz o aquí Queijadas que se hacen con almendras en vez de queso.
Las mejores queijadas y más famosas son las Cintra. Prometo daros un día la receta. Esas si se hacen con queso fresco. Hay otras queijadas famosas en Portugal como las de Barcelos, Évora y Setúbal.
La mayor parte de las recetas típicas de Portugal que como base llevan huevos, azúcar y a veces almendra molida y casi nada más, suelen ser recetas conventuales.
Del Monasterio de Santa Clara en Vila do Conde, tenemos Tolos, Cavacas y Beijos de freira. En otros monasterios de Santa Clara, como en Santarém, Celestes. En el Funchal, Bolas ou Rebuçados de ovos, en Coimbra Pastéis de Santa Clara, en Évora Barrigas-de-freira, en Oporto Manjar-branco.
En otros monasterios pertenecientes a otras cofradías, Queijinhos-do-céu y Arroz-doce en Lisboa, Mermelada y Toucinho-do-céu do convento de Odivelas do Mosteiro de D. Dinis , localizado en la zona que aún hoy se llama Odivelas, mandado construir hacia finales del siglo XIII y entregado a las monjas de Císter. Los famosos Fios de ovos de Tomar do Convento de Santa Iria. Bolo de bom gosto del convento da Esperanza de Beja y otros muchos dulces y pasteles de otros tantos conventos que se extienden a lo largo y ancho de la geografía portuguesa.
No os nombro más pasteles y conventos para no cansaros, aunque me pesa no decíroslos, porque no es muy fácil localizar pasteles con sus orígenes. Para otra vez será.
Estas gullerías se los dedico a la cantante de fado Maria do Céu, con todo mi cariño conocida en bastantes países, pero especialmente aquí en Galicia. Sin haberla conocido aún, la había oído cantar y me había sorprendido. Como amante, conocedor y cantante de Fado, soy un exigente crítico. Cuando la he oído hablar una vez en una radio en gallego me había quedado admirado al pensar que una cantante que no fuera portuguesa pudiera atreverse a cantar el Fado. No seguí oyendo el programa pensando en tal osadía. Pero arte diabólica es, que sin torcer el mostacho, un día la he oído cantar un fado. Y después de este semiplagio de Moratín llevo mi puño al pecho pidiendo mea culpa, mea culpa. Una voz brillante que, por veces, se confundiría con la de Amália Rodrigues de quien he sido un incondicional admirador. También he sabido que es portuguesa y que desde los 10 años ha vivido en Orense. Ora essa, quem diria que tenho uma filha na terra!, talvez piense para sí desde el cielo la que llevó a la gloria el Fado, sacándolo de las tabernas y llevándolo al más alto nivel internacional.
¡Chapeau! a la actual gran cantante de Fado, Maria do Céu.
Pero ahora tengo que dar la receta de las Queijadas de Santarém dedicada a esta gran diva del destino o lo que es lo mismodel fado.
Ingredientes:
2dl. de agua mineral sin gas, 500g de azúcar
100g de almendra pelada y molida
6 yemas
6 huevos
ralladura de 1 limón mediano
margarina para untar
harina para espolvorear los moldes
10 moldes de flanes pequeños
Elaboración
Ponga el agua al fuego y deje que hierva durante 2 minutos con la ralladura del limón o la piel, antes de añadir el azúcar. Después la almendra, las yemas y los huevos que han sido muy bien batidos, en chorro fino. Se remueve constantemente y se deja hasta que empiece a hervir nuevamente.
Con este preparado, se rellenan los moldes y se hornean en baño maría en horno precalentado a 180º C durante 30 minutos o hasta que al pinchar los pasteles el palillo salga seco.
Se sacan del horno y se dejan enfriar ligeramente, se desmoldan y se adornan según el gusto. Aviso que siendo unos pasteles fáciles de hacer, se pegan bastante teniendo que tener suficiente cuidado desmoldarlos.


